Lo pienso realmente, no creo que esté exagerando si digo que nunca se han dado unas circunstancias mejores para emprender. No digo que sean perfectas, ni mucho menos, pero si son las mejores en los últimos años. Y me explico.

Por un lado, hay un cierto aire de optimismo económico en el ambiente empresarial que anima a emprender. Las empresas ya asentadas están empezando a contratar y a invertir y esto tira necesariamente del emprendimiento. No lo digo yo, lo dicen los datos. La ultima previsión de crecimiento para le economía vasca en 2015 era del 3,7%, según Ceprede.

El apoyo de la administración al emprendedor está también en sus máximos históricos. Los emprendedores hemos pasado de estar tutelados hace unos años sólo por asociaciones tipo AJEBASK (verdaderos precursores del movimiento emprendedor) a encontrarnos con una batería de ofertas y servicios por parte de todas las administraciones imaginables: formación, asesoramiento, coaching, subvenciones, charlas, semilleros de empresas, etc. La oferta es casi infinita.

Otro aspecto irrepetible es la cantidad de información disponible. Todo tipo de informes, estadísticas, opiniones, datos, etc. están disponibles en internet para uso de los emprendedores en la toma de decisiones. Equivocarse ahora es mucho más difícil que hace 20 años.

La crisis económica ha hecho también que muchos sectores estén, en este momento, en plena reconversión y esto los convierte en el mejor caldo de cultivo de los emprendedores con ideas innovadoras y valientes.

Otros aspecto importante son los recursos. Aunque es cierto que el principal recurso, el capital, no está todavía fluyendo como debería, si es un buen momento para la contratación de personas para formar un equipo de trabajo y para acordar servicios con buenos proveedores.

Por último y no menos importante, está el apoyo social al emprendedor. Hoy ser emprendedor está bien visto. Hace unos años ser emprendedor era una cosa rara, tus padres te decían “chico, déjalo y sácate unas oposiciones” y tus amigos, ¡qué decir! Ahora, es otra cosa, ser emprendedor está más “normalizado”, aunque todavía estamos lejos de los niveles de reputación de los EEUU. En todo caso, una mejor imagen social del emprendedor ayuda y mucho en las primeras fases de creación de una empresa.

Así que no lo dejéis para 2017 y emprended este año, que es el bueno.